Sinopsis: En este primer tomo nos presentan a Sugimoto “El Inmortal”, un ex soldado japonés combatiente de la Guerra Ruso Japonesa de 1904-1905, en la cual muere su mejor amigo y este como última voluntad le pide que ayude a su esposa Umeko (un antiguo amor de Sugimoto, a la cual amó toda su vida) y su hijo para que pueda ir a una universidad y no tenga que sufrir la pobreza que sufrió su padre. Con este fin comienza a reunir oro, pero la fiebre de oro en Hokkaido había arrasado con casi todo, entonces escucha la historia sobre un tesoro Ainu, el cual fue usurpado a esta población aborigen por un ser avaro que les robó el oro y lo ocultó este personaje se llama Sin Rostro, el cual para encontrar el tesoro tatuó la piel de veinticuatro presos que luego huyeron y juntos conforman el mapa para encontrar el tesoro ainu, Sugimoto utilizaría su parte para cumplir la promesa a su amigo, pero no son los únicos detrás del mismo; también están los soldados de la 7 división del Teniente Tsurumi quienes también lo buscan para financiar un golpe de Estado y separar la zona de Hokkaido como un estado separado de Japón, mientras que hay un ex samurái que se lo creía muerto y que tambien busca el oro para fines personales: Toshizo Hijikata. 
Este tomo me encantó porque busca no sólo dar a conocer las costumbres de los Ainu, sino su cultura relacionada con la naturaleza y a la vez que tenga de nuevo el oro que le es de ellos por derecho propio, por otra parte, vemos a todos los interesados en buscar este oro siguiendo la pista a los reclusos tatuados, los cuales no son fáciles de capturar. Como extras nos traen páginas a color y un señalador temático de la serie de regalo. 
Recomiendo este tomo para los amantes de la acción, la aventura y las ganas de conocer un poco más a esta cultura aborigen hoy casi extinta del norte de Japón.